Son los ganadores de la octava edición de los premios EIDA, como mejor proyecto de la categoría kitchen. Es finalista la cocina Mesa de Alfredo Häberli, por la siguiente motivación: “Formas y detalles de la memoria, funcionalidad, la idea de crear modulos desiguales para realizar composiciones distintas y una única pieza con mucho carácter: reviviendo la tradición en los colores y materiales, Mesa es la versión más actual de la cocina tradicional, aquella que se abre a la convivencia.”
Alfredo Häberli nos revela de donde nació su inspiración para crear un ambiente extraordinario e inconfundible como lo es la cocina Mesa.
Cuando Schiffini, me propuso colaborar con ellos, volvieron de repente a mi mente todos aquellos momentos. “¿Cuánto tiempo se mantiene vivo un recuerdo?”, me pregunté. Y sientes el íntimo deseo de hacer revivir una parte de aquellos momentos.
“Mi experiencia es, antes que nada, mi recuerdo de la cocina, que se remonta unos 40 años atrás. En aquellos tiempos iba a la escuela y pasaba casi todos los fines de semana en el hotel de mis abuelos en Córdoba, Argentina – así mis padres disfrutaban de un poco de tranquilidad sin mi y mis tres hermanos. Pasábamos la mayor parte del tiempo en la gran cocina de la abuela, que era un mix entre un taller y una sala de estar. La abuela se pasaba casi todo el día cocinando, lavando los platos, pero también cosiendo. Todo se llevaba a cabo alrededor de una gran mesa.
Más adelante, cuando mis padres compraron un restaurante y mi madre era el chef, la cocina se dividía entre la zona de cocción y la de preparar los alimentos. Sin embargo, la cocina era también aquel espacio en el cual se realizaban otras actividades, como hacer los deberes, estudiar, jugar y ayudar. Aquí me doy cuenta que pasaba mayor tiempo en la cocina que en la sala de estar.
¡La cocina es el alma de la casa!, exclamaba Häberli.
“Como diseñador busco ideas de carácter fuerte, una nueva prospectiva para una función común o el descubrimiento de un tema. Estoy seguro que conseguiré generar pequeñas invenciones, crear cualquier cosa inconfundible, e introducir en la cocina temas completamente nuevos, como un modo diverso y nuevo de ver elementos ligados para siempre al ambiente de la cocina.” Nos comentaba entes de empezar a trabajar en el proyecto Mesa.
De la idea de Alfredo Häberli a la dimensión serial de SCHIFFINI: Mesa responde puntualmente a los requisitos de racionalidad y funcionalidad de la cocina contemporánea bajo el perfil estético. Gracias a la búsqueda de detalles formales, exclusivos patrones decorativos y códigos cromáticos inigualables, es capaz de recrear atmósferas y sensaciones que forman parte de la cocina de nuestra memoria.
Una visión de la cocina simple, pero múltiple y funcional, con un acabado asombroso y sugerente, la cocina de la memoria reinterpretada de Alfredo Häberli, encuentra expresión en tres componentes básicos: la isla multifuncional que presta una contemporaneidad de utensilios para favorecer la socialización entorno a la preparación de los alimentos, una gran mesa con bancos deslizantes que invita a la convivencia y finalmente las columnas para almacenar e integrar electrodomésticos están compuestas por varios elementos funcionales.
Los materiales, los acabados cálidos y matéricos, la creación de elementos aparentemente casuales como pequeños rebajes circulares, un juego asimétrico de líneas resultantes de la proximidad de los módulos prosiguen a crear calor, la sensación es de un espacio acogedor, es como el placentero “desorden” de la cocina de nuestra memoria.
El bloque de la isla reúne las características más explícitas que te transportan al concepto proyectual: el calor de la madera maciza y del acabado de cobre, la piedra natural del lavamanos, la rotundidad de sus líneas como la forma envolvente de la campana. Las tres amplias áreas atadas curiosamente, la preparación, la cocción de los alimentos y la posibilidad de tener lo necesario a mano, gracias a los accesorios del interior de los muebles.
En roble macizo está realizada también la gran mesa (240 x 80 cm.), la cual da el nombre a la colección, el gran elemento ha estado completado por dos bancos extraíbles del mismo material.
La campana de la línea Mesa esta disponible en versión pared (largo 90 cm.) realizada en metal lacado o macroter en los colores de serie, y en la variante suspendida a techo (largo 150 cm.), realizada en poliuretano estampado en una única pieza y barnizada en blanco o negro.
Alfredo Häberli nos revela de donde nació su inspiración para crear un ambiente extraordinario e inconfundible como lo es la cocina Mesa.
Cuando Schiffini, me propuso colaborar con ellos, volvieron de repente a mi mente todos aquellos momentos. “¿Cuánto tiempo se mantiene vivo un recuerdo?”, me pregunté. Y sientes el íntimo deseo de hacer revivir una parte de aquellos momentos.
“Mi experiencia es, antes que nada, mi recuerdo de la cocina, que se remonta unos 40 años atrás. En aquellos tiempos iba a la escuela y pasaba casi todos los fines de semana en el hotel de mis abuelos en Córdoba, Argentina – así mis padres disfrutaban de un poco de tranquilidad sin mi y mis tres hermanos. Pasábamos la mayor parte del tiempo en la gran cocina de la abuela, que era un mix entre un taller y una sala de estar. La abuela se pasaba casi todo el día cocinando, lavando los platos, pero también cosiendo. Todo se llevaba a cabo alrededor de una gran mesa.
Más adelante, cuando mis padres compraron un restaurante y mi madre era el chef, la cocina se dividía entre la zona de cocción y la de preparar los alimentos. Sin embargo, la cocina era también aquel espacio en el cual se realizaban otras actividades, como hacer los deberes, estudiar, jugar y ayudar. Aquí me doy cuenta que pasaba mayor tiempo en la cocina que en la sala de estar.
¡La cocina es el alma de la casa!, exclamaba Häberli.
“Como diseñador busco ideas de carácter fuerte, una nueva prospectiva para una función común o el descubrimiento de un tema. Estoy seguro que conseguiré generar pequeñas invenciones, crear cualquier cosa inconfundible, e introducir en la cocina temas completamente nuevos, como un modo diverso y nuevo de ver elementos ligados para siempre al ambiente de la cocina.” Nos comentaba entes de empezar a trabajar en el proyecto Mesa.
De la idea de Alfredo Häberli a la dimensión serial de SCHIFFINI: Mesa responde puntualmente a los requisitos de racionalidad y funcionalidad de la cocina contemporánea bajo el perfil estético. Gracias a la búsqueda de detalles formales, exclusivos patrones decorativos y códigos cromáticos inigualables, es capaz de recrear atmósferas y sensaciones que forman parte de la cocina de nuestra memoria.
Una visión de la cocina simple, pero múltiple y funcional, con un acabado asombroso y sugerente, la cocina de la memoria reinterpretada de Alfredo Häberli, encuentra expresión en tres componentes básicos: la isla multifuncional que presta una contemporaneidad de utensilios para favorecer la socialización entorno a la preparación de los alimentos, una gran mesa con bancos deslizantes que invita a la convivencia y finalmente las columnas para almacenar e integrar electrodomésticos están compuestas por varios elementos funcionales.
Los materiales, los acabados cálidos y matéricos, la creación de elementos aparentemente casuales como pequeños rebajes circulares, un juego asimétrico de líneas resultantes de la proximidad de los módulos prosiguen a crear calor, la sensación es de un espacio acogedor, es como el placentero “desorden” de la cocina de nuestra memoria.
El bloque de la isla reúne las características más explícitas que te transportan al concepto proyectual: el calor de la madera maciza y del acabado de cobre, la piedra natural del lavamanos, la rotundidad de sus líneas como la forma envolvente de la campana. Las tres amplias áreas atadas curiosamente, la preparación, la cocción de los alimentos y la posibilidad de tener lo necesario a mano, gracias a los accesorios del interior de los muebles.
En roble macizo está realizada también la gran mesa (240 x 80 cm.), la cual da el nombre a la colección, el gran elemento ha estado completado por dos bancos extraíbles del mismo material.
La campana de la línea Mesa esta disponible en versión pared (largo 90 cm.) realizada en metal lacado o macroter en los colores de serie, y en la variante suspendida a techo (largo 150 cm.), realizada en poliuretano estampado en una única pieza y barnizada en blanco o negro.
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